La música es terapéutica. Esta afirmación popular cuenta con evidencia científica en el caso del manejo de la epilepsia. Concretamente la música de Mozart puede contribuir a la disminución de las descargas epileptiformes y en la frecuencia de las crisis epilépticas en niños que padecen esta enfermedad. Aunque se desconoce el mecanismo real de cómo actúa la música en el cerebro, vamos a repasar la evidencia científica existente de los efectos beneficiosos de la música en pacientes con epilepsia.
En un estudio liderado por Giangennaro Coppola y realizado en 2015, se observó el efecto de escuchar diferentes melodías del compositor austríaco Amadeus Mozart sobre la calidad del sueño y los trastornos del comportamiento en un grupo de 11 niños y adolescentes con epilepsia, entre 1,5 y 21 años y resistentes a los tratamientos.
En concreto, el estudio demostró que la sonata de Mozart para dos pianos en Re mayor K448, disminuye las descargas epileptiformes interictales y la recurrencia de las convulsiones clínicas tanto en adultos como en pacientes jóvenes.
Todos los chicos tenían discapacidad intelectual severa profunda asociada a parálisis cerebral. Durante el tiempo que duró el estudio, los pacientes escucharon diferentes composiciones de Mozart durante un total de dos horas al día –en función de los hábitos de cada paciente– a lo largo de quince días. Se mantuvieron los tratamientos antiepilépticos establecidos a cada paciente.
Los resultados, tras la musicoterapia, demostraron que dos de los 11 pacientes tuvieron una reducción de entre el 50 y el 75% en la recurrencia de las crisis epilépticas, y en tres la reducción fue de entre el 75% y el 89%. Además, a todos los pacientes les mejoró el sueño nocturno y el comportamiento diurno.
Otro estudio de Samaneh Sadat Dastgheib realizado un año anterior puso de manifiesto que la música de Mozart tiene efectos beneficiosos sobre las funciones del sistema nervioso y, en concreto, sobre la epilepsia. Esta investigación analizó una docena de estudios sobre los efectos de la musicoterapia en pacientes con epilepsia.
El análisis de los datos demostró que el 84% de los pacientes que escucharon a Mozart tuvo una disminución significativa de las descargas epilépticas interictales. En los pacientes sin discapacidad intelectual, con crisis generalizadas y epilepsia idiopática se observaron efectos más notables, reza el estudio.
Aunque no se sabe exactamente cómo actúa la música de Mozart en el cerebro, existe evidencia de que escucharla, a corto y largo plazo, puede contribuir a disminuir las descargas eléctricas en las neuronas, así como la frecuencia de las crisis en niños con epilepsia, incluidas las refractarias.