Pese a ser una de las enfermedades neurológicas crónicas más comunes, con cerca de 400.000 pacientes y 20.000 nuevos casos cada año en España, la epilepsia es una de las enfermedades más mitificadas de la actualidad. Nuestra sociedad todavía mantiene algunas falsas creencias que, según los expertos, deben ser erradicadas con una buena formación dirigida a la población general. Por esta razón, los niños del Colegio San José de Madrid han realizado unos talleres prácticos tras los cuales han expresado con dibujos todo lo que se debe y no se debe hacer ante una crisis epiléptica.
Estos talleres se han llevado a cabo en el marco de la segunda edición de la campaña Conocer la Epilepsia Nos Hace Iguales, organizada por la Federación Española de Epilepsia (FEDE), el Grupo de Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la Fundación Española de Enfermedades Neurológicas (FEEN) y UCB Iberia.
De forma generalizada, las crisis epilépticas suelen durar alrededor de un minuto, tras el cual, la persona se recupera con normalidad. Una mala actuación, por parte de terceros, puede perjudicar seriamente al paciente. Por eso, la campaña ‘Conocer la Epilepsia Nos Hace Iguales’ trata de concienciar a la mayor población posible sobre cómo actuar ante una crisis epiléptica. De esta forma, además de los dibujos realizados por los escolares, el trabajo consistía en que, una vez en casa, los pequeños debían explicar a su familia todo lo aprendido en clase, para que finalmente los familiares confirmasen que habían entendido la descripción de los niños.
Entre los mitos más extendidos a día de hoy, destaca la creencia de que durante una crisis epiléptica es necesario sujetar a la persona y poner algo en la boca del paciente, para evitar que se muerda o trague la lengua. Sin embargo, es imposible que durante una crisis un paciente pueda tragarse su propia lengua, mientras que restringir sus movimientos en plena crisis, así como forzar la apertura de su boca puede ocasionar daños mucho más graves. Según los especialistas, la actitud correcta es la de vigilar que no se haga daño con ningún elemento externo, colocar algo blando o acolchado bajo su cabeza, poner a la persona suavemente de costado, permanecer a su lado mientras dura la crisis y ofrecerle ayuda una vez finalizado el episodio.
También entre la sociedad existe un cierto recelo al creer que los pacientes con epilepsia pueden ser muy violentos. “Al intentar inmovilizar a una persona que está teniendo una crisis, es probable que el paciente pueda tener un reflejo natural, pero involuntario, de protegerse”, explica el Dr. Javier Alcázar, director médico asociado del Área Terapéutica de Sistema Nervioso Central de UCB. En lugar de sostener a la persona, lo idóneo es hablarle con suavidad y protegerlo de situaciones en las que pueda hacerse daño.
¿Qué hacer ante una crisis epiléptica?
- No inmovilizar a la persona.
- Medir la duración de la crisis epiléptica con un reloj.
- A modo de almohada, proteger la cabeza con alguna prenda de ropa blanda.
- Aflojar la ropa apretada.
- En el caso de usarlas, quitar las gafas de la persona con cuidado.
- Hablar con calma y claridad.
- Bloquear y evitar peligros.
- Explicar lo sucedido a otras personas.
- Tras la crisis, poner a la persona de lado.
- No sujetar a la persona una vez finalizada la crisis.
Conocer la Epilepsia Nos Hace Iguales es un completo programa de información y sensibilización sobre la epilepsia dirigido tanto a alumnos como a profesores. En su segunda edición, celebrada durante el pasado curso escolar, más de 13.000 alumnos de entre 7 y 12 años de cientos de colegios públicos, privados y concertados del país han formado parte de esta iniciativa. La campaña se desarrolla a través de un programa educativo que pretende familiarizar a los alumnos con la enfermedad, al tiempo que ofrece a los profesores información científica y rigurosa sobre cómo proceder en el caso de presenciar una crisis epiléptica.