Es tiempo de ocio y descanso, pero para las personas que tienen una enfermedad es importante que tengan unas consideraciones antes de tomarse ese respiro.
La epilepsia es un trastorno neurológico que se puede ver afectado por el cambio de rutinas, algo que suele ser habitual durante los meses de verano. Tomar precauciones puede resultar esencial para evitar tener crisis epilépticas durante las vacaciones de verano.
4 consideraciones si tienes epilepsia para este verano
A la hora de planificar las vacaciones de verano, las personas con epilepsia deben tener siempre presente algunas consideraciones para que el verano no se convierta en una pesadilla. Estas son algunas de ellas:
Altas temperaturas:
Uno de los principales factores a tener en cuenta es la temperatura exterior. El calor asfixiante es una de las causas más habituales de las deshidrataciones durante los meses estivales y, a su vez, un posible desencadenante de una crisis
epiléptica.
Por lo tanto, mantener una intensa hidratación, protegernos del sol, evitar comidas abundantes, evitar salir a la calle durante las horas de más calor o ducharse con frecuencia son medidas recomendables.
Trasnochar y beber alcohol:
En verano también son más frecuentes las salidas nocturnas con la familia o los amigos, o la asistencia a fiestas veraniegas.
Las personas diagnosticadas de epilepsia, aunque estén de vacaciones, no deben olvidar mantener ciertos hábitos saludables que le ayudarán a mantener controlada la enfermedad.
Por ello, deben asegurarse de mantener una buena higiene del sueño, durmiendo a diario entre siete y nueve horas, y no trasnochando en exceso. También es esencial evitar las bebidas alcohólicas y no exponerse a luces brillantes, especialmente si son intermitentes -como las que puede haber en los bares nocturnos-, para evitar crisis epilépticas por fotosensibilidad.
Deportes acuáticos y baños:
Estos meses de descanso también invitan a realizar deportes dentro del agua. Como hemos hablado, en otras ocasiones, el deporte puede proporcionar enormes beneficios físicos y psicológicos a las personas con epilepsia, incluso, les puede ayudar a controlar las crisis.
No obstante, cuando se realicen deportes en el mar o en la piscina, resulta fundamental evitar deportes de riesgo como el submarinismo y extremar las precauciones.
Lo más importante es informar al socorrista de que tenemos epilepsia para que nos preste especial atención por si necesitáramos su ayuda.
Realizar la actividad junto a una persona de confianza que sepa cómo actuar en el caso de que tengamos una crisis, y tratar de no alejarnos de las zonas que no nos cubren y en las que hacemos pie, son otras consideraciones.
Son consejos que debemos tener presentes también cuando nos bañamos en el mar y/o en la piscina, aunque no estemos practicando algún deporte acuático. Puedes conocer más en esta guía de seguridad para pacientes con epilepsia.
Más información y campamentos
Para tener más información sobre como pasar un verano divertido y sin sobresaltos, no dejes de escuchar el podcast del doctor Pablo Quiroga para mantener controlada la enfermedad sin tener que renunciar a pasar un buen verano; y revisar el post sobre 5 consideraciones útiles para viajar con epilepsia.
No podemos dejar de destacar que son muchas las asociaciones de pacientes que cuentan con campamentos específicos para niños con epilepsia (FEDE, Mar de Somnis, ASADE, Ápice, entre otros) lo que puede ser una buena idea para compartir diversión y experiencias en el manejo de la enfermedad.
En cualquier caso, precaución, prevención y a disfrutar del verano. ¡Nos vemos en septiembre! :)
1. El cambio de hábitos en verano puede aumentar las crisis en los epilépticos:
2. L’epilèpsia a l’estiu: https://www.mardesomnis.org/lepilepsia-lestiu/
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