El neurólogo especialista en epilepsia, el doctor José María Serratosa asegura que, con el apoyo del médico especialista, un porcentaje interesante de estos pacientes consigue la libertad de crisis.
“Las personas con epilepsias resistentes a los fármacos antiepilépticos deben ser persistentes y tener paciencia”. Así lo ha indicado el doctor José M. Serratosa, jefe de la Unidad de Epilepsia y del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid. A su juicio, “algunos de estos pacientes consiguen finalmente la libertad de crisis con el apoyo del médico especialista y la ayuda de los tratamientos farmacológicos, la cirugía, las técnicas de estimulación cerebral, etcétera.
“Si se consiguen resultados positivos en un 5% de los casos, se benefician 50 pacientes de cada 1.000 afectados. Como hablamos de una enfermedad tan prevalente, no podemos despreciar que estas personas puedan vivir sin crisis”, asegura.
VII Jornada de la SEEP
El doctor Serratosa ha participado recientemente en la VII Jornada Informativa de la Sociedad Española de Epilepsia (SEEP). “Fue un coloquio en el que contestamos las preguntas planteadas por los pacientes y sus cuidadores. El tema que más preocupa ahora es la COVID-19. En este sentido, han preguntado por las interacciones de los fármacos antiepilépticos con algunos tratamientos para la COVID-19 o con las vacunas”.
El mensaje de este especialista ha sido tranquilizador, ya que la experiencia apunta a que “no hay ninguna contraindicación” para la vacunación frente a la COVID-19 de las personas con epilepsia. “El único problema que puede haber es en el caso de alguna epilepsia autoinmune. Si el paciente está inmunodeprimido por algún tratamiento, puede tener una menor respuesta inmune y crear menos anticuerpos respecto al resto de la población”, ha explicado. En cuanto a los fármacos antiepilépticos, “no hay, básicamente, problemas de interacciones”, ha añadido.
La voz de los expertos
La información profesional durante el último año ha sido clave para muchos pacientes. “En la jornada de la SEEP, hemos apostado por el formato coloquio para que los pacientes y sus familiares puedan realizar sus dudas o consultas directamente a los especialistas. En esta jornada no había un tema específico, sino que hemos respondido todas las cuestiones que nos han planteado”. La formación del paciente directa del especialista es fundamental para evitar creencias erróneas o noticias falsas al respecto.
Según el doctor Serratosa, “probablemente, una buena manera de informarse sobre epilepsia de forma fiable es consultar la página web Vivir con Epilepsia. Ahí el paciente puede encontrar todos los aspectos médicos y no médicos sobre esta patología”.
Adherencia al tratamiento
Respecto a la adherencia al tratamiento, el doctor José M. Serratosa ha comentado que no se han observado “grandes diferencias” en el último año. “Realmente, la gente ha estado más tiempo en sus domicilios, por lo que es probable que haya habido menos fallos en el seguimiento de la terapia”. En el manejo de la epilepsia, cumplir el tratamiento con las especificaciones dadas por el especialista es esencial para evitar las crisis y controlar la enfermedad.
Auge de la telemedicina
La telemedicina se ha impuesto en muchos casos desde marzo de 2020 para atender a las personas con epilepsia. “En general, hemos podido realizar consultas telefónicas. Algunos pacientes, pocos, han omitido alguna visita o alguna revisión. La mayoría de estos pacientes estaban ya controlados y libres de crisis. Aquellos que necesitaban asistencia han ido a Urgencias, que es lo que suele ocurrir con las primeras crisis que son bastante llamativas. No se obvia esta visita a Urgencias”.
“En el caso de que el paciente necesitara atención, se ha hecho una consulta de forma telefónica o a través del médico de cabecera con consultas a distancia”, ha indicado el médico de la Fundación Jiménez Díaz.
Mejora en la calidad de vida
La calidad de vida de las personas con epilepsia también es un tema que preocupa al doctor José M. Serratosa. “Sobre todo en los últimos años, al disponer de un mayor número de medicamentos antiepilépticos, podemos rescatar a más pacientes libres de crisis dentro de los que están en el grupo de las epilepsias refractarias o fármaco-resistentes”.
Por otro lado, se ha referido también a los avances en investigación genética. “Tenemos alguna posibilidad de tratamientos más personalizados para las epilepsias raras, las formas genéticas”. En este punto, ha mencionado las encefalopatías epilépticas y las epilepsias mioclónicas progresivas.
Diagnóstico genético
“Estos avances se han logrado gracias a que se ha difundido el diagnóstico genético. En casi todos los hospitales ya se puede hacer o bien se puede derivar al paciente a otro centro para que se haga la prueba genética”, ha aseverado.
En su opinión, las esperanzas que aporta la terapia génica al abordaje de la epilepsia son todavía pequeñas. “En toda la Medicina, solo hay una terapia génica aprobada por las agencias reguladoras de medicamentos. Al menos hasta el momento. Esta opción terapéutica aún queda muy lejos y queda restringida para formas raras y genéticas de epilepsia. Todavía es una solución bastante lejana”.
Tratamiento básico convencional
También se han producido mejoras en el tratamiento convencional de la epilepsia, que se basa en los medicamentos anticrisis. Según el doctor Serratosa, “cada dos o tres años se presenta algún fármaco nuevo que brinda oportunidades a un grupo de pacientes que se pueden rescatar del grupo de resistentes”.
“En general, según pasan los años, los fármacos nuevos también tienen una mejor aceptación; es decir, producen menos efectos adversos”, ha manifestado.
Además, ha recordado las formas de Medicina personalizada, dirigidas a epilepsias genéticas. “En estos casos, hay un gen alterado que queremos recomponer o arreglar”, ha dicho. Finalmente, otras formas de tratamiento “poco frecuentes en cuanto a su posibilidad de uso son las técnicas de cirugía mínimamente invasiva, que se utilizan para resecar o ‘eliminar’ focos de epilepsia.
Proyectos de investigación
José M. Serratosa ha analizado los principales proyectos de investigación relacionados con la epilepsia. “Básicamente, hay algunos ensayos clínicos dirigidos a prevenir la enfermedad resistente, que es la más grave. Los estudios investigan un tratamiento de tipo preventivo que se podría dar al inicio de la enfermedad o incluso antes”.
Algunos de los ejemplos que se han señalado son de casos que implican algún tipo de lesión cerebral, como podría ser un traumatismo cráneo-encefálico o un ictus. “Se podría dar un tratamiento preventivo para que no se desarrollara la epilepsia. Sería una de las nuevas formas de tratamiento”.