¿Qué debe hacer usted cuando el niño o adolescente padece una crisis convulsiva?
La mayor parte de crisis duran solo unos segundos o minutos. A continuación se indican algunos consejos de lo que puede o debe hacerse o no hacerse en tales circunstancias:
Qué hacer
- Quédese con el niño hasta que concluya la crisis.
 - Mantenga la calma.
 - Proteja al niño de cualquier lesión.
	
- Retire cualquier objeto duro o cortante.
 - Aleje al niño de cualquier peligro (escaleras, estufas, agua).
 
 - Coloque algo plano y no excesivamente blando bajo su cabeza (una chaqueta doblada).
 - Gire al niño suavemente hacia un lado para que tenga libres las vias respiratorias.
 - Desabroche o afloje las prendas de ropa en el cuello. Si es posible se retirarán las
gafas y aparatos de ortodoncia. 
Qué no hacer
- No trate de detener los movimientos convulsivos del niño.
 - No sujete al niño ni trate de inmovilizarle, de no ser que corra peligro inmediato.
 - No administre al niño ningún medicamento ni nada bebido hasta que esté despierto y consciente.
 - No le abra la boca ni le introduzca nada en ella (no es cierto que las personas puedan tragarse la lengua cuando sufren una crisis epiléptica).
 - No le haga reanimación ni respiración asistida a menos que deje de respirar una vez terminada la crisis.
 
Cuando termine la crisis:
- Consuele y tranquilice al niño.
 - El niño puede estar desorientado durante algún tiempo. Ayúdele a que se familiarice con el lugar en donde se encuentra. Si la crisis sucede en el colegio, puede necesitar un tiempo de reposo antes de reincorporarse a clase.
 - Utilice el Diario de Crisis para anotar en él cuándo comenzó la crisis y cuando terminó, así como lo que sucedió antes y después de la crisis.
 - Entregue esta información al médico del niño en la siguiente consulta.