El sueño es una parte fundamental para el funcionamiento de nuestro organismo. Para los niños, una buena higiene del sueño es esencial para el correcto desarrollo neurológico y corporal. En este contexto, existe una relación directa entre epilepsia y sueño, ya que a las persona que la padecen se les altera el sueño y el sueño puede facilitar la aparición de crisis epilépticas.
La epilepsia y el sueño
La epilepsia produce una fragmentación del sueño alterando sus fases y reduciendo los beneficios que aporta un buen sueño reparador. De hecho, el 70 por ciento de las personas que padecen esta condición neurológica presentan somnolencia diurna y un 40 por ciento insomnio nocturno, según los datos del doctor Vicenç Pascual, especialista en Neurofisiología Clínica del Hospital Universitari Joan XXIII de Tarragona y profesor en la Universidad Rovira i Virgili.
Existen varias epilepsias que presentan sus crisis sólo o con más frecuencia por la noche. Se conocen como epilepsias nocturnas y suelen afectar más a los niños y adolescentes.
Tipos de epilepsias nocturnas
Las más importantes son aquellas que se originan en el lóbulo frontal del cerebro entre las que destacan:
- Epilepsia autosómica frontal nocturna. Es el primer síndrome epiléptico focal que se ha asociado a una mutación genética. Se caracteriza por episodios nocturnos de corta duración, aunque a veces se dan varias crisis en una noche. En este tipo predominan los movimientos bruscos en el tronco y en las extremidades superiores
- Epilepsia rolándica. Se estima que el 75 por ciento de las crisis aparecen durante el sueño. Se caracteriza por crisis parciales motoras que suelen afectar a la zona de la boca, aunque también pueden ser generalizadas de entrada. Los sonidos guturales, borborigmos –sonidos abdominales provocados por el movimiento de los intestinos – o el levantamiento del paciente son típicos de este tipo de epilepsia.
- Epilepsia mioclónica juvenil. Las epilepsias mioclónicas son un grupo de síndromes epilépticos que evolucionan exclusiva o preferentemente con crisis mioclónicas con sacudidas musculares súbitas, involuntarias y de corta duración. Suelen producirse mientras el paciente se despierta.
- El Síndrome de Lennox-Gastaut. Es una variante de epilepsia infantil de difícil manejo. Se caracteriza por convulsiones intratables y muy frecuentes, un electroencefalograma característico y a menudo se acompaña de discapacidad intelectual y problemas conductuales. Supone entre el 5 y el 10 por ciento de los desórdenes convulsivos de la infancia, iniciándose con frecuencia entre los 3 y 5 años de edad. Entre el 70 y 90 por ciento de las personas con este síndrome suelen tener crisis tónicas durante el sueño.
- Y el Síndrome de Landau-Kleffner. También llamada afasia infantil adquirida es un raro síndrome neurológico infantil caracterizado por un desarrollo repentino o gradual de la afasia –incapacidad para entender o hablar–. Se suele producir en niños entre 5 y 7 años y, aunque algunos pacientes solo tienen crisis electrográficas, algunos solamente tienen crisis mientras duermen.