neuropace

La epilepsia es el cuarto trastorno neurológico más frecuente. Según los datos de la Fundación del Cerebro, en España más de 400.000 personas están afectadas por esta enfermedad. Pese a que se ha avanzado mucho en el diagnóstico y tratamiento, aún estamos ante una enfermedad tabú, precisamente porque lo que más se conoce de esta patología son las convulsiones que provoca en algunos pacientes.

Para reducir la incidencia de estos síntomas de la epilepsia, se ha desarrollado un dispositivo denominado NeuroPace RNS System. Se trata de un pequeño neuroestimulador que se implanta en el cerebro y monitoriza y responde a la actividad cerebral del paciente. Para ello rastrea de manera continua el cerebro de la persona afectada en busca de cualquier actividad inusual, un signo que puede preceder a una crisis epiléptica.

Una vez que el dispositivo lo ha detectado, envía señales (breves pulsos de nanosegundos) a la zona del cerebro afectada para interrumpir esa actividad anómala. Según los responsables de su desarrollo, funciona de una manera similar a como lo hace un marcapasos, enviando estímulos eléctricos al corazón para que reanude su actividad normal.

NeuroPace cuenta con un chip que, además de detectar las anomalías y enviar los estímulos para prevenir crisis, registratoda la actividad eléctrica cerebral y la envía a un sistema de gestión de datos.

Vigilar la actividad del cerebro

De este modo, los facultativos pueden conocer si el paciente ha experimentado más episodios relacionados con la epilepsia de los que ha llegado a sentir. Esta información resulta muy útil para poder hacer los ajustes necesarios en el chip para reconocer patrones de actividad cerebral y, si procede, reconducir el tratamiento del paciente.

La tecnología que utiliza este dispositivo ha sido desarrollada y fabricada en Silicon Valley, y ha sido reconocida por la innovación que supone. Según los datos de los responsables del neuroestimulador, los pacientes que lo utilizaron redujeron sus crisis un 44 por ciento durante el primer año, y un 60 por ciento a los tres años.

Al tratarse de una implantación invasiva, este dispositivo no está indicado para todos los pacientes. Según los responsables del neuroestimulador, el paciente ideal es aquel que sufre epilepsia, mayor de 18 años, tratado con, al menos, dos fármacos anticonvulsivos y que aún sufra crisis de inicio parcial frecuentes que provengan de una o dos áreas del cerebro.

Este dispositivo viene a sumarse a otros avances en el campo del tratamiento de la epilepsia como la pulsera Embrace  o los sensores de grafeno. No obstante, desde Vivir Con Epilepsia os animamos a comentar y preguntar siempre a vuestro médico sobre las novedades en el tratamiento de esta enfermedad, ya que es la persona más adecuada para comentaros las mejores opciones según cada caso.