Hace dos meses celebramos el cumpleaños de un amigo por todo lo alto, aprovechando que sus padres estaban de viaje. Su hermano mayor nos consiguió unas cervezas para beber en casa y luego fuimos todos a un bar.

Pensé que no iba a pasarme nada, y que una noche es una noche, así que no dije nada al resto de mis amigos sobre el estilo de vida que tengo que llevar, ni me tomé la medicación de la noche. Bebí cerveza, estuve en la pista de baile con las luces de discoteca, hablé con un par de chicas, y acabé despertándome en el suelo del bar con la gente a mi alrededor. Supe en ese instante que había tenido una crisis, y les dije que me llevasen a casa.

A los pocos días tuve otra crisis, y fui al médico con mis padres. Después de explicarle lo ocurrido al médico, me dijo que me tenía que retirar el carnet de moto hasta que lleve otro año sin crisis, y que tendríamos que volver a ajustar la medicación.

Es importante que la gente con la que pases tiempo sepa que tienes epilepsia para que puedan socorrerte en caso de que sufras una crisis, y ayudarte a convivir con la enfermedad.