Urgencias

La epilepsia es una enfermedad neurológica que por sus características clínicas generan cierto desconcierto entre los pacientes y sus familiares, más si se diagnostica en una emergencia médica. Por ello es importante que en los servicios de urgencias estén familiarizados con este trastorno y su manejo clínico.

Por ponernos en contexto, las crisis epilépticas constituyen entre el 0,3% y el 1,2% de las consultas médicas en los Servicios de Urgencias hospitalarios, según los datos de la Sociedad Andaluza de Epilepsia (SAdE). Además, para una cuarta parte aproximadamente de estas personas es la primera vez que experimentan una crisis epiléptica, por lo que es preciso analizar cuál ha podido ser el desencadenante de la misma.

Por ese motivo, la mayor parte de los médicos que trabajan en Urgencias deben estar familiarizados con la epilepsia para ser capaces de ofrecer un diagnóstico y tratamiento adecuado a cada paciente.

En líneas generales, estos pacientes, inicialmente, se pueden clasificar en tres grupos diferentes, aunque después habrá que atender al tipo de crisis de que se trate según establece la Liga Internacional de la Epilepsia (ILAE):

  • Los pacientes con crisis que han sido provocadas por un factor externo que ha causado una excitabilidad de las neuronas, son crisis sintomáticas agudas.
  • Un segundo grupo formado por pacientes que han tenido una crisis espontánea de origen sintomático remoto o tardío, cuyo origen puede deberse a lesiones en el Sistema Nervioso Central.
  • Y personas que acuden con una crisis espontánea de origen idiopático o criptogénico (es decir, espontáneo o desconocido), y que puede estar relacionada con un síndrome epiléptico concreto.

Recomendaciones para tratar la epilepsia en Urgencias

Conocer los distintos tipos de crisis epilépticas es muy importante para poder atender a cada paciente de la manera más correcta. No obstante, una vez clasificado al paciente, SAdE cuenta con una Guía Práctica -avalada por la Sociedad Española de Neurología (SEN), la Sociedad Andaluza de Neurología (SAN), la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES)- con recomendaciones para el diagnóstico y tratamiento de la epilepsia en el Servicio de Urgencias:

  1. Ante la sospecha de una primera crisis epiléptica se debe realizar una historia clínica y una exploración que puedan apoyar la certeza de un diagnóstico firme.
  2. A un paciente con una crisis epiléptica confirmada se le debe mantener bajo observación entre 12 y 24 horas por si tuviera una segunda crisis o recidiva. Se debe realizar un estudio complementario con análisis básico y una prueba de imagen cerebral, además de otras pruebas en función de la historia clínica del paciente.
  3. En ambos casos se debe evaluar al paciente mediante pruebas complementarias en el Servicio de Urgencias para descartar condiciones subyacentes que puedan condicionar el pronóstico del paciente.
  4. En función del tipo de crisis de que se trate se iniciará un tratamiento preventivo con antiepilépticos.
  5. Por último, es esencial remitir a todos los pacientes al neurólogo para que pueda profundizar en el estudio del paciente con el fin de manejar la epilepsia y el seguimiento más apropiado en cada caso.

¿Qué hacer ante una crisis epiléptica?

Pero, sin duda, lo más importante es saber cómo actuar ante un paciente que llega con una crisis epiléptica, aunque éstas solo suelen durar entre unos segundos y varios minutos. Se trata de unas pautas sencillas que nos pueden servir a todo frente a esta situación: No sujetar al paciente, colocarle de lado, retirar los objetos con los que pueda hacerse daño, no introducirle nada en la boca y controlar el tiempo de duración de la crisis.

Para mayor claridad, a continuación compartimos una infografía de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), en la que se resumen los pasos a seguir ante una persona que sufre una crisis de epilepsia.

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Fuente: SEMES